14 de noviembre de 2023
21 de agosto de 2023
8 de agosto de 2023
De niña me ocupé de una hilera de hormigas; van en fila india cargando un mínimo de hoja. Lo que no impide que cada una se comunique con la que viene en dirección opuesta. Las hormigas y las abejas ya no son it. Son ellas.
He leído el libro sobre las abejas y desde entonces me ocupo sobre todo de la reina madre. Las abejas vuelan y se relacionan con las flores. ¿Es banal? Esto lo he constatado yo misma. Forma parte del trabajo registrar lo obvio. En la pequeña hormiga cabe todo un mundo que se me escapa si no tengo cuidado. Por ejemplo: cabe un sentido instintivo de organización, un lenguaje ultrasónico y sentimientos de sexo. Ahora no encuentro una sola hormiga a la que observar. Que no ha habido una matanza lo sé porque si no ya lo sabría.
Ocuparse del mundo exige también mucha paciencia; tengo que esperar el día en que aparezca una hormiga.
8 de enero de 2023
Desde que nací yo fui la Niña.
Lo fui en aquella primera casa, que no era redondeada, pero ahora al recordarla se me ocurre pensar en ella así, con sus pequeñas habitaciones desiguales, su escalerita de peldaños suaves y gastados, sin ningún canto afilado, que llevaban a la camarilla.Y sus patios. El primero de cemento, el segundo (el ideal) de tierra. Donde se apagaba la cal, se cortaba la madera y se partían los piñones con una piedra.
Y lo seguí siendo en la segunda casa, tan diferente a la primera. Un pasillo con tres puertas a cada lado. Sin patio de tierra ni piñones que partir.
Un día, siendo ya adolescente, oí a mi hermano Sebastián desde el final del pasillo que dijo…Carmen.
La recuerdo como mi primera vez.
Estábamos solos y a pocos metros. Por supuesto, no miré.
Al instante…Niña
Y yo respondí…qué.